COVID-19 es una pandemia mundial generalizada con casi 185 millones de casos confirmados y alrededor de cuatro millones de muertes. Es causada por una infección por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus-2 (SARS-CoV-2), que afecta principalmente a los neumocitos alveolares de tipo II.
El SARS-CoV-2 es el agente responsable de una nueva enfermedad respiratoria infecciosa llamada Covid-19 (por CoronaVirus Disease 2019), que se caracteriza principalmente por un daño pulmonar potencialmente grave y mortal.
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha provocado más de 8,7 millones de casos confirmados por laboratorio y 0,46 millones de muertes en todo el mundo (1). Se ha demostrado que pocas terapias, si es que hay alguna, mejoran rápidamente los síntomas respiratorios y previenen la progresión de la enfermedad.
Se ha informado que el gas hidrógeno ejerce un efecto terapéutico en una amplia gama de enfermedades, desde enfermedades agudas como lesiones por isquemia-reperfusión, shock y curación de daños hasta enfermedades crónicas como el síndrome metabólico, la artritis reumatoide y las enfermedades neurodegenerativas.
Se ha demostrado que el hidrógeno tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, reguladoras de hormonas y de resistencia a la apoptosis, entre otras.